
Esta
escuela tiene en cuenta como puntos centrales el medio económico y el mercado
competitivo para proponer que los planificadores deben cuantificar y analizar
todos sus aspectos cruciales para la creación de la estrategia. En este medio
todo tiene que ser muy bien calculado, y además debe estar a la vanguardia de
los movimientos que pueda presentar la competencia, para crear una estrategia que
derribe al oponente.
Nació
a mediados de los años setenta con Schendel y Hatten, pero su gran figura sin
duda fue Michael Porter, quien en los inicios de los años ochenta surge como
uno de los grandes gurús del mundo de la estrategia al preocuparse por el
comportamiento de los sectores y no sólo de las empresas individuales.
Entre
sus premisas destacan: las estrategias son posiciones genéricas, comunes e
identificables en el mercado; el proceso de formación de estrategia depende de
la selección de las posiciones genéricas dentro del mercado económico; los
analistas juegan un papel fundamental en el proceso (Mintzberg, Ahlstrand y
Lampel, 1999, p. 114) porque las estrategias surgen ya maduras de este proceso
y luego son articuladas y aplicadas por el estratega.
Según
esta escuela, la clave del management estratégico es el uso del análisis para
identificar las relaciones correctas; por lo tanto, propone tres “oleadas” para
explicar cómo se debe crear la estrategia.
Conceptos
claves:
- Ventaja competitiva
- Cadena de valor
- Eslabones de producción
- Eficiencia operativa
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